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viernes, 21 de junio de 2013

Reportaje sobre El Viejo Caserón

Llegamos al Parque de Atracciones sobre las tres y tras descargar adrenalina en el Abismo y Tarántula, decidimos poner rumbo al Viejo Caserón, Óscar (amigo que haría las veces de fotógrafo) y yo, porque ayer teníamos una misión que cumplir. Ayer no fuimos como simples visitantes, sino como futura periodista yo, y fotógrafo ocasional mi amigo.

Ayer entrevistamos a Sergio, actor del espectáculo, y a Abel, responsable del mismo.

Después de entrar una vez al Caserón y pasar mucho miedo, como siempre, decidimos no alejarnos mucho del lugar e irnos a Fantasía, tras lo que retornamos al Caserón a esperar a Cristina (quién está detrás de la cuenta de Twitter del Parque y que sirvió de “enlace” entre el Viejo Caserón y yo).
La vimos llegar y la saludamos, echó un vistazo a las preguntas y en cuanto pudimos entramos junto con Sergio y Abel al despacho donde se realizaría la entrevista.

No os voy a mentir: había nervios. Muchos. Y el hecho de que delante de ti tengas a un morador del Caserón vestido para la ocasión, lentillas incluidas, no ayuda mucho...

Sergio, vestido como el enterrador intimidaba, y bastante...Y oir gritos y la voz del monje de la salida de arrepentidos al otro lado de la pared tampoco ayuda mucho, que digamos...

Aún así, conseguí empezar la entrevista, algo titubeante:





Gracias a @Pam_Onride (www.parquedeatracciones.es)
Foto editada por: José López (@Ghjoseamaral)
P: Sergio, actor del Viejo Caserón.

R: Buenas tardes

P: Gracias por concedeme la entrevista. Cuéntame un poco cuánto tiempo llevas aquí trabajando y cómo empezaste.

R: He hecho diez años en septiembre del año pasado, o sea llevo diez años y medio aproximadamente y entré de casualidad: era un fan más del espectáculo. Yo siempre he sido un friki del género de terror y del espectáculo éste en particular, y mis amigos que venían conmigo al Parque de Atracciones de visita lo sabían, entonces me animaron a que preguntara de una vez por todas si podía dejar un currículum o podía trabajar aquí de alguna manera, entonces me animé, hablé con el encargado, y dio la casualidad de que había una persona que estaba de baja o que iba a faltar y necesitaban a una persona. Estuve en el momento adecuado, en el momento justo. Me hicieron una prueba, y yo pensaba que iba a ser para un par de semanas, un par de fines de semana...y al final me quedé.
Y desde entonces hasta ahora han pasado ya más de diez años.

P: En esos diez años ¿A cuántas personas crees que habrás asustado, más o menos?

R: Pues no lo sé...diariamente pueden ser a lo mejor 800 personas. Cientos de miles de personas que hayan podido gritar por un susto que les haya dado yo o cualquiera de mis compañeros. Cientos de miles se pueden contar.

P: ¿Ésto es guión? ¿Es improvisación?

R: Tiene una parte de guión, que el gerente del espectáculo siempre nos marca unas pautas, sobre todo en los personajes de texto como el de la entrada o el de la salida de arrepentidos. Y luego hay personajes que tienen unas pautas de movimiento, impactos que tienen que hacer...
Llamamos “impactos” a los golpetazos...A los sustos como tal los llamamos impactos aquí, de manera técnica.
Y hay algunos personajes que se ciñen más a los textos, cada uno dándole su estilo, su puntito...Que a lo mejor a uno se le da mejor rugir, a otro se le da mejor poner una voz, a otro otra...Pero básicamente siempre es lo mismo.
Y luego los personajes que improvisan más, pues ahí se deja un poquito más a elegir a cada uno siempre dentro de unas normas de cuidado con la gente, de no acercarte demasiado, de no hacer ciertas cosas y sí hacer otras, cada uno le da su toque personal, que realmente es lo que está bien, porque como solemos cambiar mucho de personaje, si tenemos cada día un personaje distinto, cada vez que vienes al Viejo Caserón es una experiencia distinta, porque cada uno le da su punto. Entonces nunca ves lo mismo, que eso es lo que yo creo que es importante de éste sitio para visitarlo: que una visita nunca va a ser igual que la otra.

P: ¿Alguna anécdota graciosa, rara, reseñable que te haya pasado estos diez años?

R:Anécdotas aquí hay, como te puedes imaginar, cientos, cientos y cientos...

P: Y esa leyenda de los objetos perdidos...

R: Cosas que se pierden aquí, pues desde zapatillas y gafas, que es lo más normal, que te pidan una gafas o unas zapatillas, hasta dentaduras postizas...Claro, las dentaduras postizas son caras, entonces el que viene a pedirlas siempre viene con una vergüenza extrema, pero claro, necesitan su dentadura porque e ha valido una pasta entonces, imagínate buscando con una linterna y encontrar la dentadura postiza y dársela al señor.
Pero cosas así que no se suelan decir...Para mi fue muy “halagador” o muy importante darme cuenta de asustar a alguien y que se mee encima, eso es algo increíble, y me ha pasado que recuerde en un par de ocasiones: ver como de un susto alguien se queda congelado, petrificado...se va de donde se ha quedado parado y ver un charco debajo de que se ha meado encima.
Puede a la gente darle pena pero para mi, una persona que trabaja dando terror es lo mejor que puede ocurrir... “Joder, he hecho mearse a alguien”. Eso es increíble.

P:¿Sentís pena por la gente que de verdad lo pasa mal?

R: Como dice Queen “Show must go on”. El espectáculo tiene que continuar.
Si sintiéramos pena por toda la gente que pasa por aquí y chilla e implora que no se la asuste, esto no sería lo que es.
Yo solamente paro, en mi caso, cuando hay una urgencia: cuando ves a una persona con un ataque de histeria, cuando ves a una persona que esté a punto de darle algo, entonces. Nunca me salgo del papel, si pongo una voz, siempre voy a mantener esa voz, pero sí que a lo mejor ya la dejo en paz y me voy a por otra persona.
Pero nosotros vamos siempre a tope, no podemos bajar el nivel. Nunca.

P: ¿Esto realmente divierte? ¿Es un trabajo divertido o hay algún punto más negativo?
Es un trabajo muy divertido, sobre todo los primeros años, porque como es un trabajo muy variado porque cada grupo es diferente, cada persona se asusta de una manera, o te pasa una cosa distinta...Pero al final termina siendo monótono, igual de monótono que otros trabajos, te dan unas pautas que siempre son las mismas...Pero claro, sí que es mucho más divertido que otros trabajos porque es como jugar al escondite. A todo el mundo le gusta dar sustos.
Yo al principio recuerdo que daba los primeros sustos, la gente llegaba a caerse de culo de los sustos, y yo me tenía que esconder para que no me vieran reirme, porque claro, no me pueden ver reirme. Entonces yo me daba la vuelta, me “descojonaba” y luego seguía.
Porque claro es divertido “Joder que susto le he pegado, éste se ha cagao pero...”
Luego la parte mala de este trabajo es el público: hay público que es muy complicado. Trabajar con la gente es difícil.
La gente que colabora y que se mete en la historia es un placer trabajar con ellos, pero luego hay gente que no colabora de la misma manera, entonces tienes que tener mucha sangre fría para obviar todos los insultos, a veces intentos de agresión...Pero bueno tú te apartas del grupo y que tiren para delante y ya está porque aquí entra todo tipo de gente: gente que viene a divertirse, gente que viene a liarla. Pero es lo que tenemos nosotros.

P: Muchas veces es lo que piensa la gente. Que pintándote la cara y dando sustos lo tienes todo hecho, pero hay otra cosa, ¿No? ¿Qué hace falta?

R: Trabajar aquí exige muchas cosas. No solamente es ponerte una máscara y pegar un susto.
Tienes que controlar mucho los tiempos. Hay una cosa muy importante que es que los grupos no se junten entre sí. Entonces los que llevamos más tiempo controlamos más ese tipo de cosas.
Aquí nos guiamos mucho por el sonido, ya que está todo a oscuras. Entonces en todo momento sabes dónde está el siguiente grupo y dónde está el anterior; sabes cuánto te tienes que entretener con un grupo para que no se junte...Por ejemplo, si vienen dos grupos muy pegados, al primero le pegas los sustos y ya está y al segundo le paras, y le dices cualquier cosa, o interactuas más con ellos para hacer una separación.

Ese tipo de cosas la gente nueva que entra lo controla mucho peor. Nosotros ya llega un momento que nos ponemos una venda en los ojos y sabemos donde están los grupos, y eso es importante. Y muy importante saber tratar con la gente, saber asustar pero sin acercarte demasiado, porque una cosa que suele hacer la gente como reacción natural es echar las manos al frente, y si te acercas mucho, te llevas un manotazo, muchas veces no intencionado, pero claro, es una reacción natural. Así que hay que controlar todo eso.
Asustar sin acercarte demasiado, sin que vayan a caerse por una escalera...
Cerca de las escaleras no asustamos para que la gente no salga como los búfalos y se caigan y se partan la cabeza todos.
Pues ese tipo de cosas no las sabe la gente que está fuera: el control que hay que tener con los grupos y con el público en general.

P: Por lo que me han dicho hace no mucho eres experto en maquillaje, prótesis y todo ese tipo de cosas...

R: Bueno, experto...Como buen friki del cine de terror me gusta mucho el maquillaje. La naturaleza de éste espectáculo no nos deja mucho tiempo para maquillar y hacer maquillajes muy elaborados, que son maquillajes de horas de duración. En el caso de algunos son de una hora y media, dos horas...Pero siempre hay alguna publicidad, alguna cosa que hacemos para televisión, que entonces sí aprovechamos y hacemos unos maquillajes más profesionales.
Y yo, pues la verdad es que llevo estudiando mucho tiempo de manera autodidacta y por algún curso que he hecho y hacer unos maquillajes protésicos ya más cercanos al cine convencional que a lo que es un espectáculo así como es éste.

P: ¿Qué personajes ha interpretado tú aquí, en el Viejo Caserón?

R: Pues yo aquí he hecho de todo...
Incluso hice en una ocasión de niña de “El Exorcista”, o sea que te puedes imaginar. Imaginarme a mi con una peluca y un camisón era...la gente corría de la hostia, eso sí.
He hecho todo tipo de cosas.
Personajes que van con mi físico
Desde un zombi hasta un chepudo que abre la puerta hasta un loco, doctor, el speech que es el personaje que está fuera, que también es un personaje porque también mete un poco de susto a la gente, también la prepara fuera. No sé, personajes de todo tipo. Muchos personajes.

P: ¿Puedo hablar con el speech?
Estás hablando con él. Tiene ésta voz. Utilizo mi voz.

Y como ya os imagináis, hablé con el speech, pero no fue muy amable, que digamos...

P: ¿Cómo llegó usted al Caserón? y ¿Qué hace usted en el Caserón?,¿Cuál es su cometido?

R: Pues soy el enterrador y tengo bastante hueco en mi cementerio para gente como usted que viene a molestar a todos los habitantes de la casa.

P: A molestar, ¿Yo?

R: Exactamente, porque cualquier visita de ustedes es una molestia. Entonces que sepan que si no es usted, alguno de los que vengan con usted pueden tener hueco en una de esas tumbas que tengo preparadas.

P: Pues que sepa que ésta tarde repito a última hora (Volviendo a entrar al Caserón)

R: Que sepa que todavía me quedan huecos en los que cabe usted perfectamente.


Gracias a @Pam_Onride (www.parquedeatracciones.es)
Foto editada por: José López (@Ghjoseamaral)

Y así acabó la primera entrevista de la tarde con Sergio y el speech. Ahora le tocaba el turno a Abel, responsable del Viejo Caserón.
Para los que estéis interesados, imponía menos porque no estaba maquillado, pero mis nervios seguían ahí... :)
Ésto fue lo que nos dijo:

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P: ¿Cómo y cuando empezó el Viejo Caserón?

R: El Viejo Caserón empezó en 1989.
Ésto antes era un restaurante vasco que se cerró, y tras cerrarse se decidió montar aquí un espectáculo de terror, como lo que ya conocéis, parecido a lo que hay ahora, que era el “Pasaje del Terror”. Y poquito a poquito pasaron los años hasta que se transformó en El Viejo Caserón, que es en lo que estamos ahora.

P: Cuéntame, ¿Cómo es un día de trabajo?¿A qué hora empezáis?, ¿Cómo os maquilláis?¿Cuánto tardáis?...

R: Pues depende, mira. Un día de trabajo, tenemos distintos horarios. Depende de la temporada que sea entramos a una hora y salimos a otra...Vamos cambiando: cuando es verano estamos más horas que cuando es invierno, entonces siempre para maquillar, cuando nos maquillamos tenemos media hora siempre. Tiene que ser un maquillaje específico para las necesidades de la iluminación que hay dentro. Entonces siempre con media hora nos suele bastar.

P:Tú has interpretado aquí, ¿No? Ahora eres el responsable, ¿Verdad?

R: Yo interpreto casi siempre, sí. Y sigo interpretando.

P: y ¿De qué has hecho?

R:Pues he estado mucho tiempo de monje, de doctor, de loco, de Freddy...He hecho de niña de “El Exorcista”. ...Aquí somos todos polivalentes.

P:¿Qué es lo que pasa por vuestra cabeza después de caracterizaros?

R: Vas entrando un poco en lo que es el personaje, entonces mientras viene la gente, vas un poco entrando en calor, ensayando los gestos, un poco la voz...y vas entrando un poco en lo que es el personaje para salir ya directamente porque ten en cuenta que la gente pasa un minuto por tu escena, entonces no hay tiempo para ensayo y error, tú tienes que salir directamente, sabiendo lo que vas a hacer y haciéndolo bien, claro.

P: No hay personajes fijos, ¿No? Vais cambiando...

R: Sí, los personajes van cambiando, sí.

P: ¿Quién elige eso? ¿Lo eliges tú o cada uno dice “oye, pues a mi hoy me apetece ser Fulanito...”?

R: Cada uno tiene unos personajes que por su condición física, por su manera de actuar se le dan mejor o cuadran mejor dentro de ese personaje, entonces cada uno tiene un perfil distinto. Los perfiles que se ajusten a distintos personajes son los que hace la gente. Se va cambiando pero siempre teniendo en cuenta los perfiles de cada uno.

P: ¿Es cierto eso que he visto y he leído en reportajes varios en los que se dice que es un trabajo bastante solitario?

R: Es un trabajo bastante solitario y bastante duro. Bastante solitario porque pasas mucho tiempo en la oscuridad, estás aislado en tu escena...Si tienes la suerte por ejemplo de estar en una escena en la que tienes cerca a alguien, no es tan solitario, pero cuando estás en alguna de las escenas que están un poco más apartadas, estás todo el rato esperando grupos, ahí solo...entonces...es un poco solitario, sí.

P: Y ya para acabar, cuéntame la leyenda del Caserón.

R: Leyendas hay muchas...

P: La de Matilde.

R: La de Matilde, se dice que cuando ésto era un restaurante vasco, justo donde tenemos la escena de Freddy Krueger eran las cocinas del restaurante. Hubo un accidente, un incendio, y una de las cocineras que se llamaba Matilde se quemó.

Hay mucha gente que dice que la ha visto. Aseguran que ha aparecido, que iba andando detrás de los grupos y desaparecía al llegar a Freddy.




viernes, 7 de junio de 2013

Aviso a Moradores y blogueros ¡Nueva visión de la historia!

Buenas, moradores y blogueros.

Os aviso de que los chicos de @Jus4_Rides (Twitter) van a incluir mi relato en su web: www.just4rides.es, además de una serie de capítulos exclusivos que me pidieron que escribiera y que se irán subiendo cada cierto tiempo.

Me especificaron que los exclusivos deberían tratar sobre algo que no se viera en el capitulo y yo pensé:

¿Y qué mejor que la misma historia contada por otros personajes?

Ahora os hago la pregunta:

¿Os gustaría saber cómo viven la historia el Amo y Dr Espiral, por ejemplo? ¿Qué intenciones tienen?

No digo más...En breve capítulos exclusivos! ;) Prometen, eh...! Asi que yo que vosotros no me los perdía! ;)

Un muackk a todos, moradores y blogueros!

Podéis acceder al contenido en:

http://www.just4rides.es/relatos

P.D.T: En breve subiré aquí el capítulo 14 de "Visita Al Viejo Caserón". Gracias por vuestra fidelidad, compis!