Mi lista de blogs

sábado, 29 de febrero de 2020

Relato "Ojalá fuera una vez..." para el concurso #Heroínas

OJALÁ FUERA UNA VEZ...


I

          Aquella tarde, el lobo y el cazador eran uno solo, y mientras arreglaba lo que a la gente le habría parecido una habitación de matrimonio idílico —hacía muchísimo, demasiado, que no tocaba a su mujer, y que lo único que le hacía correrse era ver fotografías de menores ligeras de ropa—, se imaginó a solas con la niña de curvas pronunciadas que tanto y tan tímidamente le había mostrado por webcam. Lástima que ese día no hubiera recatos, porque ese día mandaba él, y ya se imaginaba ese rostro infantil, con el gesto de sorpresa que sabía que podría cuando él se quitara el calzoncillo y le dijera que eso era para ella; se imaginó su coñito húmedo en su boca. Mmm…

Sonrió a su reflejo del espejo del baño y salió a buscar a su Caperucita.


Bella y Bestia le sonrieron desde el salvapantallas del móvil. Su Príncipe se retrasaba, y el cigarro que sostenía en sus manos temblorosas por los nervios se consumía a toda prisa mientras miraba a todos lados rezando porque no la vieran sus padres.

De repente, un claxon. Era él.

El coche oscuro, que se le antojó un carruaje se detuvo a su lado y ella entró en el asiento delantero.

La bestia reparó en el bolso de la niña: grande, oscuro, lleno de afilados pinchos y con la cara de Mickey Mouse.

—¡Hala!¡Qué bolso más chulo, ¿no?

Ella sonrió mientras se abrochaba el cinturón.

Alguien se había metido en la boca del lobo…

II

En la casa del vecino que todos creían ejemplar, éste, un hombre que sobrepasaba la cincuentena, abrazaba a una niña que no debía pasar de dieciséis.

La estrechaba entre sus brazos en un abrazo que duraba más de lo habitual. Un abrazo profundo, en el que los cuerpos se pegaban demasiado; la mano de él bajaba por la espalda de ella, acariciándole el trasero, subiéndole la falda. Ella temblaba.

Él, a punto; ella notando algo duro contra su sexo, conteniendo el asco.

—¿Quieres que te depile, princesa? —preguntó él mordisqueándole el lóbulo.

—Bueno… —dijo ella, indecisa mientras él se apartaba.

—Ve a por la cuchilla —cortó él en lo que pareció una orden y con una sonrisa lasciva en la cara.

La niña obedeció y sacó de su bolso —el bolso cañero, como solía llamarlo—, la cuchilla de afeitar que él le había ordenado que trajese.

—Y, ¿por qué no te afeito yo antes la barba? —preguntó ella con una inocencia que hizo que a él se le pusiera aún más dura, y asintiera, permitiéndose explorar ese nuevo horizonte.

Después, todo sucedió muy rápido: ella se sentó a horcajadas sobre él, que sonrió, creyendo que todo acabaría de manera diferente, pero no: apenas fueron un par de pasadas de cuchilla por la barba, luego el filo descendió al cuello y la sangre empezó a manar, y a ella le cambió la voz, como si ya no fuera una niña.

—¡Esto es lo que te mereces, hijo de puta!

Él chillaba, incapaz de moverse, inmovilizado por aquella niña que de repente parecía pesar más, y ser incluso más adulta.

La sangre borboteaba mientras él intentaba suplicarla que le dejara, pero no le salía la voz. Y entonces, la vio traer el bolso, ese bolso que antes le había parecido una chulada y una invitación al sexo bruto y que ahora se había convertido en un arma asesina.

La niña que ahora no era tan niña, empezó a darle bolsazos sintiendo como las púas se clavaban en su cuerpo, en su cara, en su estómago, salpicando todo de sangre, mientras ella le golpeaba con él, diciéndole cuánto se merecía lo que le estaba pasando.

—Descansa en paz, hijo de puta…—dijo ella cuando todo acabó levantando el dedo corazón frente al cadáver.

III


Asesinado en su casa un padre de familia

C.P, un humilde padre de familia ha sido hallado muerto esta tarde en su casa …

«No nos lo explicamos», dicen los vecinos; «No se metía con nadie»

Los vecinos se muestran sorprendidos ante este cruel crimen: dicen que la víctima jamás dio problemas, que vivía en el inmueble con su mujer y sus hijos, a los que adoraba.

Por el momento, la policía ha precintado la vivienda y se encuentra realizando las pesquisas necesarias para llegar al autor de este horrendo asesinato.

IV


“¿Quién mató al lobo feroz? No fui yo, no fui yo…”, cantaba leyendo.

Caperucita, que se hacía llamar a sí misma “Abuelita castradora”, sonrió negando con la cabeza mientras cerraba el periódico: siempre era lo mismo: siempre los hacían parecer inocentes. ¿Por qué?,¿por qué lo llamaban crimen cuando había sido un castigo?

Porque ellos no habían visto la mirada del lobo, ni habían notado el aliento contra su cuello, ni les había desnudado, ni habían leído esos: “qué ganas tengo de comerte esas tetitas” que habían tenido que leer esas pobres criaturas. De haberlo vivido no perdonarían a la bestia.

Sonrió pensando que gracias a ella, el mundo tenía cada vez menos seres así, aunque los medios se empeñaran en santificarlos.

La notificación de Whatsapp le sacó de sus pensamientos: su última presa, un hombre al filo de los cuarenta, casado y con hijos, reclamaba su atención.

[Luís P]: 😊 tengo muchas ganas de verte. Pq no quedamos esta tarde? Tomamos algo por ahí…Me llevo el coche.

[Caperucita^^]: no sé si me van a dejar…

[Luis P]: Di q has quedado con una amiga… 😉

«¿Por qué todos dicen lo mismo?», pensó.

[Caperucita^^]: en media hora en burger.

[Luis P]: Tráete eso q tú sabes...

La joven sonrió mientras se subía la cremallera de la sudadera roja que vestía cuando iba de caza, y luego se alzó la caperuza levantándose de la silla.

Estaba a punto de volver a hacer justicia.

“¿Quién mató al lobo feroz? No fui yo, no fui yo…” cantó en bajito.

…Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado tu relato de la heroína justiciera, como lo describes y cómo avanza la trama. Enhorabuena Cristina.

    Yo también participo en el concurso de Zenda, aunque con un estilo muy diferente.
    http://elpedrete2.blogspot.com/2020/03/zenda-historias-de-heroinas-la-granja.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola! Gracias. Acabo de leer el tuyo. Original y muy bueno. Enhorabuena también a ti!😘

      Eliminar