El fruto de un amor incestuoso quedaría
para siempre emparedado tras los muros del célebre palacio de
Linares clamando por salir en forma de lamentos que ahuyentan al
personal de seguridad que vigila el edificio, e incluso en ciertas
salas, según decían, ni los perros se atreven a pisar...
Todo comenzó cuando el futuro marqués
de Linares José de Murga y Reolid quedó prendado de Raimunda
Osorio, una muchacha humilde, hija de una cigarrera de Lavapiés y
del padre de José, fruto de la relación extramatrimonial que ambos
mantenían
Cuando José le dijo a su padre de
quién estaba enamorado, éste le mandó a estudiar a Londres sin dar
explicaciones.
Tras morir el padre del marqués, los
enamorados se casaron, pero su felicidad se vio truncada cuando el
marqués encontró una carta de su padre confesándole el pecado
incestuoso que cometían: Raimunda y José eran hermanos de padre.
Alarmados, acudieron al Papa Pío IX,
que les concedió la bula casti convivere (convivencia en
castidad) que, sin embargo, no respetaron, engendrando una hija,
Raimundita, a la que, por miedo al escándalo, asesinaron y
escondieron en el palacio.
Algunos dicen que fue emparedada, otros
que ahogada...No se sabe.
Lo que sí se sabe es que de un tiempo
a ésta parte varios fenómenos de corte paranormal vienen
produciéndose en el que fuera el hogar de los marqueses y hoy es la
Casa de América: una enorme mansión de época decimonónica, de
cuatro plantas y un sótano, con un gran salón de baile en el que
dicen haberse visto siluetas y oído extrañas voces, entre las que
destaca una voz masculina, que clama “¡Raimunda!”. ¿Pudiera
ser el espíritu del difunto marqués llamando a su hija? No se sabe.
Lo que sí se sabe es lo que atestiguan
varios vigilantes e incluso investigadores que han hecho sus rondas
allí
“En el salón de baile no estaba
solo. Notaba una presencia que caminaba conmigo de la mano, como si
me acompañara en el recorrido por el salón. Era una sensación
rara, aunque no molesta.”, dice José López García, ex vigilante
de seguridad del palacio de Linares, quien también recuerda cómo se
colaron tres intrusos y la cara de pavor que tenían cuando él y su
compañero los encontraron en la habitación de la marquesa. “Nos
suplicaban que los sacáramos de allí. Cuando los encontramos
estaban arrinconados en una esquina, como si hubieran visto algo que
les asustara. Incluso cuando la policía se los llevó se peleaban
por entrar al coche patrulla los primeros, como si quisieran huir de
allí...”
Y además de todo ésto, en la actual
Casa de América hubo tiempo hasta para los fraudes. En la década de
los 90 llegó a Madrid una desconocida doctora llamada Carmen Sánchez
Castro, que aseguró haber grabado la supuesta voz de Raimundita
clamando por su madre. Sin embargo luego se demostró que esa voz no
era tal. Era, más bien, una imitación barata de una voz aniñada
hablándole a un micrófono, lo que provocó (y no era para menos) la
indignación de los profesionales del gremio que se desplazaban hasta
allí para enfrentarse a la causa (como los parapsicólogos
llaman al ente que se manifieste) y que sí encontraban respuesta
verídica.
Actualmente, el palacio alberga todos
los días multitud de actividades culturales, cuenta con restaurantes
y lugares de ocio y esparcimiento y es visitado por miles de
personas. Pero para algunos sigue . guardando bajo llave los
secretos de su pasado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario