Como no quiero hacer crónica por no reventar el espectáculo, hago esta especie de relato dando pinceladas de lo que la gente se podrá encontrar en el gran Circo de los Horrores.
Decir que fue un espectáculo grandioso y que me encantó.
Suso, eres un grande.
Hace ya años que tuve ocasión de ver su número como clown en el Circo Mundial varias veces, y verle que ahora como director y artista de algo tan terrorífico me confirma lo grande que es. GENIAL SUSO Y TODO EL ELENCO! Os dejo con el relato, espero que os guste!
El espectáculo ha acabado. Decir que
ha estado genial es quedarse corto. Sólo tengo ganas de quitarme la
ropa y meterme en la cama. Bostezo mientras me despojo de mis
vaqueros y mi camiseta y me enfundo el pijama, deshago la cama, me
meto en ella, abrazo mi peluche, apago la luz y cierro los ojos...
Niebla, mucha niebla...Y cruces, y
tumbas.
¿Es un cementerio lo que preside mis
sueños?
Me agito en sueños mientras abrazo
fuerte a mi peluche y cierro los ojos con fuerza al ver en mi mente a
un par de payasos bailando alrededor de una guillotina, y una melena
roja que ondea al viento... Aparece la silueta de una mujer fusta en
mano cuya boca bañada en líquido rojo carmesí dice que busca un
sumiso que le dé diversión pero también sangre...Me vuelvo a
agitar mientras abrazo mi peluche con fuerza y veo lo que empieza a
mostrarse ante mí: un patíbulo, dos verdugos y un reo al que casi a
empujones obligan a subir. Veo a uno de los verdugos alzar un hacha,
mientras el otro le sujeta la cabeza contra una silla...
No puedo mirar, y bajo la mirada al
suelo: Un pentáculo blanco sobre el negro piso se extiende ante mis
ojos mientras oigo el grito del reo.
Y no sólo su grito: rugir de
motosierras y olor a combustible que luego se torna en aroma a
incienso. Y fuego, también veo fuego...Y oigo tambores, veo gente en
el aire, cuyo destino está en manos de una gran tela que pende del
techo...
Una cama...Una cama cuyas dos ocupantes
que parecen estar poseídas por el mismo Satán hacen contorsiones
imposibles, un ataúd ardiendo, una niña cantando...
Las extrañas criaturas se lanzan sobre
un hombre indefenso que comienza a gritar, y aparto mi mirada, pero
frente a mi aparece un terrorífico personaje: alto, de orejas
puntiagudas y afilados dientes, la cara blanca, casi cadavérica,
nariz prominente, que me dice mientras ríe.
-Te lo dije. Te dije que ésta noche te
acordarías de mí cuando te fueras a la cama....- Sigue riendo y yo
abro los ojos mientras me aferro más fuerte a mi peluche y enciendo
la luz.
No puede ser...No es mi peluche lo que
agarro. ¡Es una cabeza humana!
-¡Eh!-Me dice una voz de niña
enfadada.- Venga, pásame la pelota. Dijiste que jugarías conmigo...
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