Espero que os guste :)
-BELLA Y BESTIA-
El último pétalo de la rosa cayó sin que la Bestia pudiera hacer
nada.
Contempló la rosa marchita y cogió uno a uno los pétalos del suelo
mientras sentía que el dolor lo atenazaba y caía al suelo.
El estruendo de la caída se mezcló con el estrépito de la puerta
al abrirse y la voz angustiada de quién él tanto deseaba oir.
-¡No!-La oyó gritar.
Y la sintió echarse sobre él. Sintió su dulce aroma y su suave
tacto al acariciarle el pelo que componía su cara, la cara de la
horrible bestia que era y a la que ella jamás podría amar, y menos
aun cuando el hechizo no se había roto.
La vio mirar alrededor. Los pétalos yacían desparramados por el
suelo, el tallo de la flor vacío...
Y entonces, sus ojos se posaron en el rostro de él, y la vio mirarle
con un halo de tristeza y culpa en los ojos como jamás se le había
visto.
-Bella...-Susurro casi sin voz.
El dolor cada vez era más intenso, pero parecía remitir en cierto
modo si se abandonaba a las sensaciones que percibía: Bella
rodeándole el cuello, rozándole suavemente su cara con la suya,
despacio, hasta llegar a sus labios y detenerse en ellos.
Le miró un momento hasta que se inclinó y le besó, haciéndole
sentir el calor intenso del beso y a la vez el frío helador de la
muerte que se avecinaba.
El dolor le desgarró mientras presionaba los labios de Bella con los
suyos besándola, y ella sintió el dolor de los dientes de Bestia
sobre sus labios, pero poco la importó eso: estaba haciendo lo que
tanto deseaba: lo estaba besando aunque fuera por última vez.
En mitad del beso, Bestia sintió el dolor aumentar, y después de
eso, las lágrimas y los sollozos de Bella fueron lo último que notó
y escuchó antes de irse para siempre...
Tal vez la hechicera tuviera razón cuando le conjuró: ¿Quién
podría amar a una bestia?
Sólo Bella lo hizo, pero ahora...Ahora ya era demasiado tarde....
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