COMIC FAN EN EL
PARQUE DE ATRACCIONES DE MADRID
Siendo sincera, no me considero friki del mundo de los cómics, y el domingo pasado pensé que incluso me llegaría a aburrir viendo “expos” que ni me iban ni me venían sobre un mundo que no me era demasiado familiar: Señor de los Anillos, Juego de Tronos…entre otros.
¡Nada más lejos de la realidad, porque disfruté como una
enana viendo en el salón de Palenque la enorme colección de figuras de las
diferentes pelis que allí albergaban! ¡Y con la Gran Batalla ni os cuento!
Pero empecemos por el
principio…
Puerta de Batán del PAM. 18:00 hrs.
-Va, pasa con nosotros y quédate, ya que has venido a darnos
el dibujo, pasa y echamos la tarde juntos.-
Fueron nuestras palabras a Dani Silva, fan del antiguo Viejo
Caserón al que yo había citado allí para darle una sorpresa a Tar regalándole
un dibujo hecho por él.
Y dicho y hecho, los tres nos encaminamos Parque a través
para hacer nuestra primera parada en el viaje:
-Tú que ya has estado, guíanos. Te seguimos.- Le dijimos a
Dani que ya sabía de qué iba eso de la Comic Fan.
Y así nos abrimos paso para llegar a Palenque, en cuyo patio
había dos enormes figuras de Mortadelo y Filemón, una réplica del Coche
Fantástico y un coche de policía.
Entramos en el salón y tuve que sujetar a Tar para que no se
me cayera. Decir que flipó en colores es quedarse corto.
-Anda, dame la cámara que os hago fotos. Que te están
haciendo los ojos chiribitas.- Le dije sonriendo.
Y Dani y él se hicieron la primera foto junto a Gollum del
Señor de los Anillos, y después Tar se la hizo en el Trono de Hierro de Juego
de Tronos, y con Gandalf….
Entre foto y foto, contemplamos asombrados la gran colección
de figuras que había en Palenque: del Señor de los Anillos, de Juego de Tronos…
Y los diferentes talleres que tenían lugar allí, como el de escritura élfica o
maquillaje FX.
Vimos también el croma en el que más tarde nos haríamos una
curiosa foto a lo Padme y Anakin de Star Wars y no dejamos de ver los
diferentes objetos y libros que se ponían a la venta en el salón y vimos también el photocall de TWD en el que no pudimos evitar hacernos una foto.
-Chicos, controlad el tiempo no sea que nos perdamos la
batalla…- Les dije yo viendo que sería difícil sacarlos de ahí.
Dimos un par de vueltas más por el recinto y nos encaminamos
a una de las tiendas de comida del Parque: un enorme cubo de palomitas fue
testigo de todo lo que sabe Dani sobre el pasado del PAM y de lo frikis que
pueden llegar a ser Tar y él cuando se ponen a hablar del Señor de los Anillos,
de Conan, de Star Wars o simplemente, de paleontología.
Terminado el cubo pero a medias en la conversación de los
chicos, fuimos a pillar sitio para ver la Gran Batalla.
Y no tengo palabras para describir lo mucho que me gustó:
desde su música épica pasando por su genial puesta en escena del principio
hasta el desenlace final: la Plaza de Star Flyer tomada por los orcos y demás
personajes de la lucha con los que pudimos hacernos fotos.
(Saludos al orco que me conocía, si está leyendo esto. Esto de
no saber quién es quien dice tu nombre tras la máscara…).
Estuvimos cosa de diez minutos en la cola y dijeron que
cerraban el chiringuito, así que nos quedamos con las ganas, y con las mismas,
reanudamos la andadura por el salón, estableciendo como siguiente parada el
croma en el que Tar y yo nos haríamos una foto al más puro estilo Star Wars.
Y hubo gritos y algún que otro susto a traición por parte de
algún orco travieso, sí.
Después de eso pusimos rumbo a TWDExperience, donde pudimos
disfrutar (yo algo menos, ahora os cuento por qué) de nuestro paso por
Terminus.
Al principio todo bien: las instrucciones del comandante,
los tres golpes en la puerta,la recepción del compañero poli…
Pero en cuanto vino el primer susto las dos niñas que iban
con nosotros acompañadas de su madre se echaron a llorar diciendo que querían
salir.
Y a mi me entró la vena maternal (que parece ser que sí, que
la tengo y yo no tenía ni idea) y estuve lo que quedó de camino abrazando a una
de las niñas intentando tranquilizarla mientras los chicos seguían el recorrido
a paso más ligero.
Pequeña anécdota aparte, nuestra estancia en la prisión
estuvo genial y conseguimos llegar a la terminal con vida gracias al buen hacer
del par de polis que velan por nuestra seguridad.
No me olvido tampoco de los caminantes, que quisieron
comérsenos sin pan ni ná y estuvieron
todo el recorrido dale que dale detrás de nosotros. Geniales, como siempre.
Lamentablemente, cuando salimos al exterior suspiramos
porque sabíamos que la tarde en el Parque estaba llegando a su fin.
Y qué mejor manera de acabarlo que montando en la Jungla y
viendo su belleza de noche.
Nunca lo había hecho, y tiene su encanto pasear casi sin luz
en barca dejándonos hacer fotos por Dani.
Y ya sí que sí la noche llegó al final, no sin antes
despedirnos de quien se ocultan tras las máscaras de los caminantes y de quien
portan esposas y nos escoltan a la terminal cuando entramos a TWDExperience….
(Saludos si me leéis).
Hecho esto, ahora sí, nos fuimos a Batán, nos despedimos y
emprendimos el duro camino de vuelta a
casa, yo consciente de que hasta el año que viene no volvería a Comic Fan y los
chicos seguramente pensando como ingeniárselas para volver el finde que viene…
Otra vez PAM se lo ha vuelto a currar de lo lindo y ha conseguido sorprenderme y que me quede con ganas de volver ¡Enhorabuena!.
Ahora a esperar a Halloween, que no dudo que será sublime! :)
Fotos: Tar Sekeltôr y Daniel Silva.
Fotos: Tar Sekeltôr y Daniel Silva.
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