Práctica de hoy sobre el llamado "efecto o síndrome espectador"
¿La gente puede volverse de piedra ante el dolor ajeno?
¿Puede haber dolor ante nuestros ojos y que no hagamos nada al respecto?
Esto tiene un nombre: Síndrome
del Espectador, consistente precisamente en eso: en que los espectadores
del suceso lo ignoran completamente: podemos ir conduciendo tranquilamente por
una carretera y ver un accidente de tráfico atroz, manteniéndonos impasibles
ante el mismo atendiendo a la máxima “Bah,
no pasa nada. Ya vendrá la policía, alguien verá el accidente y ayudará, yo
llevo demasiada prisa como para entretenerme en eso” o, la del “Paso de bajarme
ahora, que ayude otro”, o simplemente la excusa del “A mí es que la sangre me da asquito”
Un ejemplo más que claro está en la noticia de la niña china
que fue atropellada en 2011 en su país.
Yue Yue, de dos años
de edad fue doblemente arrollada al tiempo que ignorada por dieciocho personas
que presenciaron el suceso. Sólo una mujer se dignó a ayudarla y tuvo que pagar
el repudio de la sociedad china, que la acusó de querer llamar la atención en
los medios, e incluso el primer conductor que la atropelló declaró que “cualquier persona en su lugar habría huído
para no tener que pagar una compensación económica.”.
Link a la noticia del
atropello: http://www.lavozdegalicia.es/mundo/2011/10/17/00031318858369822156340.htm
Link a la noticia de
la muerte de la niña: http://www.lavozdegalicia.es/mundo/2011/10/17/00031318858369822156340.htm
Y es que por lo visto, en la sociedad china está bastante
arraigado eso de no ayudar ante las desgracias ajenas:
Un hombre se desplomó en una calle de Fuzhou sin que nadie
hiciera nada por ayudarlo (¿Es casualidad que no haya encontrado noticias al
respecto y que la única mención al caso se haga en la noticia de la muerte de
Yue Yue?) y las únicas declaraciones verdaderamente repugnantes de la gente
fueran: “No lo toques, después te será difícil aclarar lo que pasó”.
Es increíble que a día de hoy tengamos tan poco sentido de
la ayuda y alguien pueda estar muriéndose ante nuestros ojos, o simplemente
pasándolo mal mientras nosotros pasamos de largo, miramos hacia otro lado, o
directamente observamos el suceso pero no hacemos nada.
Como dice el dicho,
“Lo que se siembra se recoge”.
¿Y si fuéramos nosotros los que estuviéramos en el suelo?
Otro gallo cantaría, ¿Verdad?
Así es como funciona el efecto espectador. En nuestras manos
está dejar de ser espectadores y
empezar a ser actores.
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