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sábado, 31 de agosto de 2013

Relato: "Visita al Viejo Caserón 2: Tinieblas" Capitulo 10

CAPÍTULO 10: VERDAD OSCURA

El Emperador se acerca a mí y yo vuelvo a temblar mientras él permanece de pie, al lado de la mesa, mirándome con expresión cansada.

-Ay, Cris...-Suspira.- No te rindes, ¿Eh?. Admiro tu fortaleza, pero he de decirte que ya no vas a durar mucho más. Porque como no te acabes rindiendo tú misma vas a suplicar que te matemos...Ese inquisidor está haciendo muy bien su trabajo.-Ríe.

-Cabrón mentiroso...-Digo entre dientes.

-¿Qué dices?-Pregunta el Emperador.

-Me hizo venir a esta horrible sala después de mentirme sobre su pasado.-Dije yo.

-¿Eso crees?¿Crees que Tar te ha mentido?-Me pregunta el Emperador riendo y poniendo la mano sobre mi frente. Cierro los ojos al sentir cómo todo mi cuerpo se convulsiona y una serie de imágenes se proyectan en mi mente.

Veo al inquisidor: está con una niña pequeña a la que sólo la hacen falta las gafas y la ropa de la época actual para ser igual a mí.

Una niñita que viste un elegante traje medieval, por lo que deduzco que es de alta cuna.

Y entonces, oigo su nombre de labios de Tar: Luna.

La niña se gira y da un beso a su padre mientras él la abraza, se abre la puerta y entra un niño algo más pequeño que Luna que se une al abrazo. Desde la puerta, una mujer contempla la escena, antes de entrar al cuarto y besar apasionadamente al inquisidor.

Otra escena acude de repente a mi mente. Veo a Tar practicando lucha con espada con un joven muy parecido a él, algo más pequeño. Deduzco que es su hermano; otra escena aparece. Tar jugando al ajedrez con un hombre al que identifico como su padre. Después le veo pasear feliz con su madre.

Pero entonces, todo cambia radicalmente.

Siento un espasmo y a mi mente me viene la imagen del lord del señorío cercano acechando a Tar, a sus vasallos y a sus campesinos carcomido por la envidia. Le veo delatar a Tar como hereje ante la Inquisición, y veo al inquisidor del Caserón huir lejos, hasta que vuelvo a sentir un espasmo y ante mí aparece una visión horrible: el castillo de Tar ardiendo mientras los hombres del lord vecino y el mismísimo señor feudal la emprenden contra la familia, vasallos y campesinos de Tar, torturándolos y quemando sus propiedades.

Mi cuerpo vuelve a sacudirse y veo a Tar llegar, veo la rabia de su mirada al ver el dantesco panorama. Le oigo gritar furioso y emprenderla contra su enemigo y todos los suyos, como ya hiciera el otro con él.

Después, le veo sumirse en su pena y más tarde en su locura al creerse poseído por algo que le obligó a matar a su enemigo. Le observo razonar, finalmente, que la venganza era la única solución, antes de echarse a llorar y abandonarse a la soledad de sí mismo.

Me convulsiono y abro los ojos mientras fijo mi mirada en la pared. Pero en mi mente siguen apareciendo visiones del pasado del inquisidor: Ésta vez le veo entrar al Caserón junto al Amo, veo cómo sus ojos se tornan amarillos, y le veo torturar a los moradores sin compasión, practicando las enseñanzas del libro que me encontré en la biblioteca...

La escena cambia cuando el Amo muere y él se une al Emperador.

Salgo del trance, parpadeo confusa y el Emperador me dice:

-Qué, ¿Era verdad o no era verdad?-

Me llevo la mano a la frente, me la paso por el pelo y asiento, aún confundida e impactada.


En ésto, oigo como el Emperador se pone alerta, como si hubiera oido algo, y le veo clavar la vista en una esquina de la sala donde hay una puerta que yo no había visto. Y en esa esquina, junto a esa puerta, alguien agazapado observando...

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