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domingo, 15 de marzo de 2015

Gratitud eterna Parte 1

Relato dedicado a "Señor de Poe", por seguirme y apreciar lo que escribo.
Y porque ¿Por qué no descubrir también el origen del señor de Poe?

PARTE I:ENCUENTRO

Aquella noche caían chuzos de punta y el escritor se apresuraba a correr calle abajo en dirección a su morada, ocultando bajo su capa los manuscritos que aquella tarde acababa de escribir a la luz de una vela en la mesa más apartada de la taberna.

Entonces, mezclado con el rugido de los truenos creyó escuchar gritos de auxilio al otro lado de la calle.

Con paso presto, fue hacia donde los gritos tenían lugar y descubrió a un grupo de jovenes agrediendo a un muchacho: Le pataleaban, le escupían sin ningún miramiento, y el pobre trataba de defenderse en vano.

-¡Eh!¡Vosotros!-Bramó Poe.-¡Dejadle!-

Varios de ellos se envalentonaron.

-¿O si no?-

-O si no os enteraréis de quién soy yo.- Espetó alzando el puño amenazante-

-¡Oh!¡Nos aterrais!- Se burló uno.

-¿Sí?¿Y qué tal ahora?- Preguntó Poe cogiendo al tipo que se le había encarado por la pechera y propinandole un violento puñetazo que le arrancó un aullido.

El agredido pegó un salto y salió huyendo, seguido de los demás jóvenes.

Poe se inclinó en el suelo, sacando de su capa los manuscritos que llevaba para poder cubrir al joven con ella.

-¿Estáis bien?- Le preguntó.

Aunque bien sabía que no: tenía un ojo morado y del labio roto manaba sangre.

-Vamos, levantáos- Intentó ayudarle a ponerse en pie, y lo consiguió tras varios intentos, sin embargo, el joven al que sostenía a punto estuvo de desplomarse más de una vez.

Poe cogió sus empapados manuscritos e intentó levantarle una última vez, consiguiéndolo.

-Ahora sí-Sonrió sostenendole y empezando a caminar poco a poco con él.

-Gra....gracias...-Consiguió balbucear el herido, que apenas podía respirar.

Poe sonrió.

-No tenéis por qué dármelas. Decidme, ¿Cómo os llamáis?-

-Lu...Lup...Lupus.- Consiguió balbucear el hombre con mucho esfuerzo.-Ellos...iban a matarme....Deberíais haberles dejado que lo hicieran....-

Poe frunció el ceño y Lupus tuvo un intento de desplome.

-No, ahora no. Estamos a punto de llegar.- Dijo el escritor alzando la vista al frente donde se alzaba su casa.

Cuando hubieron entrado, Poe instaló a Lupus en el cuarto de invitados y se afanó en curarle las heridas y procurarle comida que pareció reconfortarle. Cuando tuvo fuerzas, éste le contó su historia:

-Me lo merecía, porque no tenía ganas de vivir. Cada día que pasaba era una tortura para mi sin su presencia.- Sin que Lupus hubiera mencionado nada, por su mirada Poe descubrió que su mal era el amor.

-No supe valorarla, y me echó de su vida.- Lloró.- Merecía todo lo que esos canallas me hicieran. Deberíais haberme dejado a su merced. Tal vez ahora descansara en paz.-

Poe negó con la cabeza y apagó la vela que iluminaba el cuarto.

-Deberíais descansar- Dijo.-Mañana será otro día.-

Y se fue cerrando la puerta tras de sí.

Y Lupus se quedó pensando.

¿Quién sería aquel hombre que lo había rescatado?¿Por qué lo había llevado a su casa sin conocerlo?

Todas las respuestas a las incógnitas le llevaban a una conclusión: Le había salvado la vida y estaba en deuda con él. Y la saldaría fuera como fuera....

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